25 sept 2006

RESETEAR EL MUNDO

Pensad lo impensable, esperad lo inesperado y reventaréis en juguetona sintonía con el universo, nuestro fiel nicho extraviado.

Sabemos que la posibilidad de fertilizar al mundo actual con el despotismo fluido de nuestro patrimonio simbólico es harto improbable, aunque confiamos en las ramificaciones siempre abiertas de lo improbable porque tan azarosa es la existencia sobre la tierra como fortuita fue su extraña evolución hacia el fenómeno humano contra el cual siempre dirigimos la munición de nuestras miradas. Mas no temáis. No queremos destruir por completo la sociedad, a la que contemplamos como un hardware digno de mejor software. Queremos pulverizar los patrones que esta sociedad concibe como deber para sí misma, con lo cual demuestra una y otra vez su inmadurez para proporcionarse una superestructura compatible con la infraestructura que a pesar del sistema ha logrado crear, ya que ninguno de los sistemas concebidos hasta el presente ha estado a la altura del desafío. En biología, cuando un sistema entra en crisis sólo le queda la opción de colapsarse o superarse en complejidad y todos sabemos -ellos, los sistemáticos, también- que el sistema mundial ni siquiera es capaz de resolver los problemas que su propio metabolismo económico genera a nivel local. El sistema hundirá al sistema -ellos, los sistemáticos, no han dejado de entrenarse para ello-, pero este proceso puede durar demasiado -quizá se prolongue hasta entrar en una edad oscura irreversible.

Queremos, y lo queremos ya, resetear el mundo mediante un intercambio imposible: modorra de requiem para el sistema, purga de secuaces y una tiranía anarcobenigna con todos los que se atrevan a seguirnos; incluso generosa, por qué no, con quien ose perseguirnos allende lo improbable. Sin embargo, amiguitos, nada tiene que ver esto con el amor: es producto de la claridad. Porque podemos decirlo más alto, pero no más claro: os queremos, es más,

OS VAMOS A ENGAÑAR.
Y OS GUSTARÁ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario